lunes, 30 de septiembre de 2013

Reflexión Ética del Cuidado por Bárbara Gaultier

La esencia del cuidado en enfermería es la protección de una vida humana a lo largo del toda la vida de la persona, en base a la promoción, recuperación y rehabilitación de la salud, en búsqueda de un bienestar continuo, integral y biopsicosocial, por lo que influye en todas las esferas de la persona sujeto de cuidados.

Es necesario, para que el quehacer de enfermería sea fructífero, que se lleve a cabo un cuidado que tome en cuenta la vulnerabilidad humana, y las acciones derivadas de está sean en base a la compasión, confianza, confidencia y  finalmente consciencia como  enfermeras/os. El cuidado requiere una evaluación y análisis detallado del contexto de la persona para responder en sintonía con lo que significa el cuidado y las necesidades con las que necesite apoyo del profesional de enfermería.

El cuidado en enfermería es más que una asistencia al otro, el cuidado se hace, se práctica, pues surge del encuentro sistemático entre quien ofrece el cuidado y quien lo recibe; tiene un significado mucho más amplio, es el cuidar bajo el amparo de lo humano: para cuidar debo saber quién es el otro, sus capacidades, limitaciones y necesidades.

El significado de cuidado en el profesional de enfermería se construye a través de factores, implicaciones, contribuciones, aplicaciones, creencias y actitudes que realiza con la persona, por lo que se hace necesario que enfermería comprenda que cuidar envuelve y comparte la experiencia humana a través de una relación transpersonal y de respeto. El cuidado comprende también el respeto a la autonomía, la privacidad, la confidencialidad, confiabilidad y la fidelidad, tomando en cuenta sus necesidades e inquietudes, y que estos sean el punto de partida de las acciones que se llevarán a cabo.

Por lo tanto la ética del cuidado se fundamenta en el respeto a la integralidad del ser humano, considerando todas sus características individuales al administrarle el cuidado, el cual debe ser libre de riesgos, con miras a mantener y proteger su integridad. Este aspecto hace referencia a la calidad del cuidado, que comprende la atención de las necesidades básicas de la persona en forma oportuna y segura, atendiendo las dimensiones social, biológica, espiritual, mental que se basan en los principios éticos de beneficencia, no maleficencia, equidad y justicia.



Reflexión Ética del Cuidado por Yasminne Díaz

La ética nos invita a una reflexión que como ciencia estudia varias ramas, una de ellas es la etica del cuidado.
La ética del cuidado se construye de 5 constructos: la compasión que se conoce como un concepto mas allá de la empatía sino que hacer propio el sufrimiento del otro, adquirir las competencias como la comunicación o genéricas y las propias que se exigen en un curriculum, la confidencialidad que implica la intimidad con el otro que no se debe confundir con la exhibición, la confianza y la conciencia sin emitir juicios de valor o ideas preconcebidas.

Estos constructos éticos nos permiten otorgar cuidados integrales en nuestro quehacer en la  práctica, aunque estemos sometidos a presión como es sabido como estudiantes y luego como profesionales debemos incorporar la relación terapéutica con el otro. Incorporando la realidad de cada persona, de su cultura y creencias brindando una atención  equitativa y que calidad complementando la medicina  tradicional y la medicina basada en evidencia con sus preferencias en creencias o su estilo de vida con el objetivo de mantener, fomentar,recuperar su salud.


Para lo cual debemos capacitarnos y tener el conocimiento transcultural de las distintas realidades con una actitud abierta a empaparse de la forma de vivir de las personas.

Reflexión Ética del Cuidado por Olga Silva

El cuidado es mantener la vida asegurando la satisfacción de un conjunto de necesidades indispensables para la vida, pero que son diversas en la manera de manifestarlo, es encargarse de la protección, del bienestar o mantenimiento de algo o de alguien. De esta manera, el cuidado ético involucra la interacción y el contacto moral entre dos personas, donde media un pedido, una solicitud, donde se da una unión, una relación humana.

Es por esto que podemos decir que la ética del cuidado es la disciplina que se encarga de las acciones responsables y de las relaciones morales entre las personas, motivadas por dar ayuda, teniendo como único fin el lograr el cuidado de los demás o del suyo propio, basándose en la comprensión del mundo como una red de relaciones en la que estamos y nos sentimos inmersos, y de donde surge un reconocimiento de responsabilidad hacia los demás.

El compromiso hacia los demás debiera ser entendido como una acción en forma de ayuda profesional, donde se está capacitado para resolver una situación satisfactoriamente. Para llevar a cabo las actitudes o la prestación de servicios que sean inherentes al trato con otros individuos, debemos reflexionar invariablemente en nuestros preceptos y conceptos.

El trato a los demás debe ser con respeto a los derechos humanos, acompañando invariablemente los principios morales, como el compromiso, el cual deriva precisamente de la certeza de el bienestar e incluso la supervivencia, requieren de algo más que la autonomía y la justicia, requiere del el reconocimiento y el complimiento de derechos y deberes.

El trato hacia nuestros semejantes es el reflejo de nuestra cultura, de siglos de evolución y desarrollo. La honestidad y el respeto hacía nuestros semejantes es  fundamental para la continuidad en la evolución y el desarrollo del hombre.

Ética es una pequeña palabra que comprende un universo de conceptos morales, de integridad y de respeto hacia nosotros mismos. Por tanto, la ética refleja el resultado de siglos de evolución y desarrollo en el ser humano, el entendimiento y reflexión hacia el respeto al derecho ajeno.

Como profesionales de enfermería, el cuidado supone un compromiso de naturaleza ética en la relación con el paciente, en la relación consigo mismo, con el equipo, con la sociedad y con la humanidad en general. El Código de Ética impone a los profesionales de enfermería el deber de desempeñar su rol dentro de un contexto ético y moral que responda a las más altas exigencias establecidas en la sociedad. Y esto es algo que como enfermeras/os no podemos dejar de lado, no hay que dejarse llevar por la sociedad y cumplir solamente metas, siempre tenemos que tener presente que a los que se está atendiendo son personas, las cuales tienes derechos y necesidades que esperan de nosotros para ayudarla a cumplirlas.


Reflexión Ética del Cuidado por Francisca Negrete

Siendo la esencia de la Enfermería el cuidado, las profesionales tienen múltiples conocimientos acerca de los aspectos de éste, sus distintas características y formas de aplicación.

EL problema nace cuando esta forma de cuidado pasa a ser parte de la costumbre, realizándose de manera estándar para todas las ocasiones, perdiendo la parte humana de éste, enfocándose en la técnica  y el apoyo hacia el punto de vista puramente biomédico, mediante el uso de procesos que han avanzado en materia tecnológica, los cuales deberían permitirnos optimizar nuestro tiempo y así poder dedicarnos más a la gente a nuestro cuidado, porque el no hacerlo de esta manera solo nos logra alejar más de ellos, agrandando la brecha que existe entre los profesionales de la salud y la comunidad.

Es en este momento en el que hace falta tomarse una pausa para reflexionar acerca de nuestra profesión, de nuestra vocación, que ya forma parte de nuestra vida, la que debe ser enfocada en el bienestar  integral del prójimo, en el ser empáticos, en dejar atrás el individualismo en pos de lograr un cambio, un beneficio, por muy mínimo que sea, que sirva para mejorar la calidad de vida de las personas. Comenzando por  la capacidad de interiorizar el sufrimiento de otro ser humano, siendo un paso importante y complicado si no somos capaces de percibir los elementos a nuestro alrededor, ni de conocernos para identificar nuestras capacidades y habilidades, y de esta manera aplicarlas en nuestro quehacer profesional.

Otro aspecto importante en nuestra práctica profesional, y que muchas veces se deja de lado, es la capacidad de ser digno de confianza, esa habilidad para demostrar que estamos plenamente dispuestos a escuchar, de poder asegurar confidencialidad en lo que sea que nos hable nuestra persona atendida.

El cuidado siempre ha sido y será un proceso dinámico, el cual cambia en el tiempo dependiendo de las necesidades, capacidades, conocimientos, habilidades y limitaciones del individuo que actúa como receptor de nuestras intervenciones, que se encuentra vulnerable en algún aspecto de su vida, necesitando nuestro apoyo y comprensión.


Reflexión Ética del Cuidado por Camila Rubilar

La esencia de la enfermería es el cuidado, centrado en las relaciones humanas  y relaciones interpersonales que se dan durante el proceso del cuidar durante el ciclo de vida de las personas y el proceso de salud y enfermedad que es dinámico  (considerando el  enfoque de integralidad, biopisicosocial y consideración holística del individuo). Es por esto que se hace necesaria la reflexión sobre la ética del cuidado.

Los constructos éticos del cuidado no deben perderse nunca de vista en la práctica profesional y en nuestra esencia de la enfermería que se infunde en nuestra  individualidad como seres humanos dedicados al arte y la disciplina del cuidar.  Los constructos corresponden a compasión, competencia, confidencialidad, confianza, conciencia.  Estos nos permiten no desviarnos del objetivo primordial de la enfermería  que es el cuidado y no dejarnos guiar de esta forma por  la “masa” y otorgar un cuidado estandarizado, impersonal de enfoque biomédico  centrado en técnicas y procedimientos, olvidando la importancia de brindar un cuidado humanizado y de calidad dependiendo del contexto y condición individual de cada persona atendida.


El desafío entonces es para nosotros como futuros profesionales, y realizar cambios que signifiquen una real diferencia  en la atención de salud de nuestro país, siendo profesionales de excelencia y un modelo a seguir para las futuras generaciones.  

Reflexión Ética del Cuidado por Jocelyn Araya

La ética del cuidado nos conduce en la reflexión que nos lleva a pensar que no cabe la menor duda que hoy más que nunca se hace necesario ponernos de acuerdo en como debe ser el bien moral de la enfermera/o, la cual en el modelo de salud actual es el principal actor encargada de los cuidados de todo un país, a diferentes niveles de la atención sanitaria y en las múltiples áreas. Cada vez es más importante que las escuelas de enfermería se encarguen de inculcar estos valores para la atención en salud, para que cada día esta atención sea más personalizada, contextualizada y holística.

Cuando se estudian y se analizan los constructos de la ética del cuidado no cabe pero en estas cinco virtudes, a saber la compasión, competencia, confidencia, confianza y conciencia. Virtudes que deberían interiorizarse a mi reflexión casi como lo hacen los orientales o los hindúes cuando se trata de incorporal este tipo de valores, a un nivel espiritual, mental, físico que pareciera que se coaccionan con el ser de cada persona y pasan a formar parte de la persona.

Los constructos deben pasar a ser parte de nosotros y estar siempre presentes influyendo cada proceso de enfermería que realizamos, propiciando cada cuidado que entregamos. Y con esto no quiero decir que dejemos de lado todo lo que hasta hoy tenemos como disciplina, como son todos los conocimientos de las ciencias básicas y teorías de enfermería, solo digo que así como tenemos los cinco correctos  en la administración de medicamentos debemos tener las cinco virtudes al momento de administras los cuidados, todo lo valórico debe sumarse a todo este ramillete de conocimientos.


Para terminar no puedo dejar de mencionar que las virtudes son una gran responsabilidad de cada uno de nosotros, pues el realmente incorporarlas significa darnos el tiempo de autoconocernos, de sentarnos a meditar en nosotros mismos sin autoengaños , sin mentirnos y evaluando sinceramente en que medida realmente comprendemos lo significan estos valores, y que ojala al final del recuento lleguemos a darnos cuenta que no son solo valores para la profesión como ejercicio de la disciplina sino son valores para la profesión como estilo de vida, pues no dejamos de ser enfermera cuando marcamos la tarjeta al final del día y nos sacamos el uniforme.

Reflexión Ética del Cuidado por Priscila Herrera

¿Cuidado humanizado? ¿Ética del Cuidado?... Deberían no tan solo ser temas de clases, sino una forma de ejercer nuestro quehacer profesional, y ser parte sobre todo de nuestras vidas.

Ha sido más de una vez en la cual uno de mis pacientes a cargo me dice: “Con el tiempo no se ponga pesada, o enojona” o “No pierda esa simpatía o amor a lo largo de los años” o incluso me han dicho “Estoy segura que en el futuro no seguirá siendo así, tengo que aprovecharla ahora”… ¿Por qué las enfermeras (os) olvidaron la razón por la cual entraron a estudiar lo que son ahora? Cada vez veo menos a una enfermera mirando a los ojos a su paciente, o llamándolo por su nombre, o tantas veces está tan ocupada en “otros quehaceres del paciente” que se olvida del mismísimo paciente, y su relación se vuelve netamente instrumental y teórica, es como si sacará una plantilla de intervenciones y la repite por igual a quien presente los mismos signos y síntomas, y/o patologías, dejando de lado las preferencias, experiencias, sentimientos, e incluso valores de la persona atendida.

Me pregunto si será la presión del medio que termina marginando a la enfermera del real significado de cuidar, si el tiempo siempre juega en contra, o si en algún momento se cansa de establecer relaciones tan pasajeras, que en algún momento deja de tener sentido, dar más de ti, en pos del otro.

Una vez una profesora me dijo que el cuidado humanizado no se perdía como algunos piensan, “siempre está”, y solo depende de nosotras (os) ejercerlo y no “suprimirlo”, no podemos dejar de pensar en cada una de las esferas del paciente ante cualquier intervención que hagamos, debemos dejar de lado el instrumentalismo y nuestra guerra eterna en contra del tiempo, y tomar lo que “siempre está” en nosotros, comenzar a comunicarnos y a acompañar y/o sostener a quien lo necesite involucrándolo a él en cada momento. 

domingo, 29 de septiembre de 2013

Informe y Presentación Ética del Cuidado

En el siguiente enlace encontrará el informe:
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En el siguiente enlace está la presentación:
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Reflexión Ética Cívica por Francisca Negrete

Siendo la ética cívica aquella que nos pertenece a cada uno de nosotros, la que nos afecta en la vida cotidiana, es esencial recordar que convivimos con personas con las cuales tenemos distintas definiciones de lo que significa una “vida buena” u otros “máximos de felicidad” que creamos todos de manera personal, diferentes  niveles  moral en cada uno de nosotros,   por lo cual debemos tener presentes los mínimos de justicia, y así respetarlos para vivir de manera tranquila unos con otros.

Pero, desgraciadamente, en muchas ocasiones, estos mínimos de justicia se pasan a llevar, o no se cumplen para la totalidad de las personas. Y en gran cantidad de los casos nos dejamos llevar por la “comodidad” que nos insta a adecuarnos a esto de alguna forma, ya sea por el miedo, por el pensamiento que nada cambiará sea lo que sea que hagamos, o por el esfuerzo que debemos realizar, ya que no es simplemente el  exigir sus derechos, sino también conocer y cumplir con los deberes que vienen con éstos, los que nos exigen actos que respalden nuestras palabras, además de poseer una capacidad de diálogo que nos permita compartir nuestro punto de vista, sin pasar a llevar el de los demás, lo que puede ser beneficioso para expandir nuestro conocimiento y formar opiniones bien fundadas, y con argumentos acordes a lo que pensamos.

Estos deberes y derechos nos piden una reflexión personal, para posteriormente ejercerla en nuestra vida, actuar acorde a ella para poder lograr los mínimos de justicia para todos, desde una perspectiva de colectividad.


En el caso de Malala,  se ha levantado en nombre de todos al exigir un derecho básico que le corresponde tanto a ella como a los demás niños y niñas: la Educación, mediante el empoderamiento de sus deberes y derechos ha sabido alzar la voz y hacerse escuchar, ya que comprende la importancia de los conocimientos dados en la escuela para ejercer la igualdad de géneros

Reflexión Ética Cívica por Yasminne Díaz

Nuestra sociedad contemporánea actual se orienta cada vez mas relativismo moral en el que predomina el sentimiento de injusticia o parcialmente justo de sus conciudadanos y el individualismo, en contraposición a los cambios multiculturales como la migración/interculturalidad lo que debiera identificarnos como sociedad en pluralismo moral, como parte de una ética en democracia y de relación cordial de responsabilidad por los seres humanos.

La ética cívica debiera comenzar desde cada uno de nosotros aplicarla en nuestra forma de vivir respetando los mínimos morales/éticos de una vida justa propia y hacia el otro, para que podamos acceder a los máximos éticos/morales de una vida buena personal y para con los demás. Como ciudadanos libres que se consideren nuestros derechos en diversos ámbitos (legal, moral, identidad) que exista interrelación y una retroalimentación de nuestros actos para  vivir en sintonía con nuestro entorno.
Para alcanzar esta “meta” un acceso fundamental lo es la formación educativa lo que se contrapone en una historia de vida como la de Malala:

Malala vivía en un contexto y culturalidad en su país, a una situación de discriminación/desigualdad de género y de inequidad en  la educación que no le permitía acceder a esta por haber nacido mujer, coartando su derecho a recibir herramientas como sí lo hacen los niños/hombres de su país.
Es así como toma la decisión de expresar sin miedo, de forma libre ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) su experiencia al mundo, quienes en su mayoría como espectadores aceptamos como sensato.

Ella cambia su realidad diaria, nos muestra un empoderamiento, el no conformismo de su rol como cuidadana, como persona, como niña, al exigir este derecho, derecho que la sociedad debe garantizar como mínimo ético, como lo es otorgar las herramientas a las personas para autogestionar su vida, y construir sus propios proyectos, en vez de quedarse en su zona de comodidad y confort y de adaptarse al régimen injusto y de inequidad con tal de disfrutar el bienestar posible, lucha por una causa, por su propia causa y cuenta sus vivencias para abrir una ventana al dialogo.

Nos muestra que sí es posible cambiar nuestra realidad exigiendo lo que por derecho nos corresponde, como personas activas y empoderadas de nuestros roles para ser libres e informados en la  toma de nuestras decisiones.

  La meta puede resultarnos ambiciosa, pero es posible trabajar conjuntamente de forma individual, luego con mi grupo más cercano y luego expandir el conocimiento y trabajar para los demás con esta herramienta fundamental del ser humano el lenguaje y el dialogo

Reflexión Ética Cívica por Jocelyn Araya

La ética cívica es la parte de la ética que se encarga de la reflexión de nuestro comportamiento en la sociedad,  para que se cree una convivencia justa para todas las personas y en la cual podamos establecer un dialogo que nos permita como sociedades pluralistas ponernos deacuerdo sin pasar a llevar al otro, ya sea este otro una persona, entidad o   institución. Esta ética esta principalmente basada en los derechos humanos y es lógico entendiendo que los derechos humanos son exigencias morales universales las cuales pueden utilizarse como bases a la hora de ponerse deacuerdo frente a un dilema moral.

La ética cívica entonces se puede entender como un mínimo de requisitos morales que necesitamos como ciudadanos que nos decimos pertenecientes a una sociedad, valores que estas sociedades también deben velar por entregarnos y que nosotros tenemos el deber de utilizar para el bien propio y común. Creo que se desprenden valores mínimos como la libertar, la autonomía, el respeto, la justicia, la igualdad, la educación, solidaridad, capacidad de dialogar entre otros.
Pero creo que lo más destacable es que en base a  mínimos podemos aspirar a tener una concepción de lo que es la vida buena en su amplio espectro como seres holísticos, contextualizados, podemos aspirar entonces a la felicidad y aspirar por ende a una ética de máximos.  Muchos podrían decir que es una utopía y que estamos muy lejos por llegar a aspirar a una ética de máximos,  premisa con la que estoy deacuerdo, pero lo me parece más relevante es que si realmente todas personas fuéramos capaces de ser “conscientes” de estos mínimos éticos de la libertad, de la autonomía de la justicia, etc. habría muchas más personas y  sociedades felices, mucho menos violencia, desigualdad, etc. es decir, podríamos estar mucho más cerca de vivir bajo una ética de máximos, se me hace interesante a un nivel bien micro que la felicidad sea posible haciéndose consiente de una ética de mínimo, creando conciencia, conciencia que surge cuando accedemos a la educación , cuando respetamos a nuestros conciudadanos y somos capaces de dialogar utilizando valores tan simples, tan cotidianos a los cuales me parece que no se les da la importancia que realmente tienen como son el respeto y la justicia, la solidaridad.

Bueno para terminar la reflexión no dejo de pensar que todo está íntimamente relacionado y todo se influye de una manera impresionante, y a mi juicio y por toda la experiencia de vida el llegar a la vida buena al final depende solo de educación, de aprender y concientizar los otros mínimos éticos en cada uno de nosotros.

Reflexión Ética Cívica por Priscila Herrera

¿Dialogar? … Qué pena llegar a instancias en las que tengamos que recordar que dialogar es la base de la formación de nuestra ciudadanía, políticas, y al cabo de nuestro desenvolvimiento como persona, se ve tan sencillo e incluso hilarante, ¿Por qué nos cuesta tanto? ¿Por qué nunca partimos por el diálogo? Me imagino que puede ser por la intolerancia a saber que otros pueden tener mejor respuestas a perspectivas que nosotros podemos tener, muchas veces orgullo, o más bien comodidad. ¿Será una neofobia? ¿Le tendremos miedo a lo nuevo? ¿Multiculturalidad, diferentes puntos de vista, nuevas propuestas?

Siempre he escuchado que la respuesta a todas las interrogantes anteriores es que “somos un país en VÍAS de desarrollo” y por eso pasa todo lo que pasa, y bueno hay que asumirlo… Entonces por esa razón, ¿Podemos hacer todo mal? ¡Claro que no! No se trata de un problema de estado, ni mucho menos de los “políticos”, ni del vecino… Es hora de dejar de culpar al otro, y asumir nuestros errores, llenarnos de conocimiento, abrir nuestras mentes, dejando atrás lo malo, adquiriendo lo bueno, dejar de lado el relativismo, y tomar posturas concretas e ir en pos de ella, salir de nuestras zonas de comodidad, y aspirar a cambios. No puedo dejar de pensar en Malala, menospreció su propia vida, por un bien mayor, que no solo la involucra a ella, sino que a todo el mundo.

Pienso que es hora de que nuestros proyectos de vida dejen de ser tan individualistas, e integren al otro, no podemos pasar toda una vida buscando nuestra propia felicidad, estoy segura que la felicidad está en el ahora, en el disfrutar los pequeños detalles del día a día, ayudar y escuchar al otro, moverse por quien no conocemos, y estar dispuestos a entregar la vida por lo que creemos que la vale. No podemos dejar que se nos pase la vida pensando en el día de mañana, ni mucho menos morir afanados, ignorando tantas veces, esferas tan importantes en nuestra vida, que al fin y al cabo nos pueden traer grandes consecuencias.

Reflexión Ética Cívica por Bárbara Gaultier

La ética cívica es la ética de todos, de la sociedad, e involucra  la confluencia  y vinculación de todas las morales plurales a favor de la buena convivencia del pueblo. En el plano de una realidad social, es importante mantener el funcionamiento de la sociedad en base a normas equitativas y moralmente exigibles como el cumplimiento de los mínimos.  La importancia de los mínimos radica en que son las actitudes, principios, valores y hábitos mínimos para que sea posible la convivencia democrática: Cuáles son los mínimos, quién lo dice, por qué.

 Podríamos decir que esta convivencia sólo es posible en un contexto de justicia y  respeto, pero existe un aspecto que si bien es exigible y necesario  en nuestra vida diaria, muchas veces se da por sentado, o se toma en cuenta como algo inherente a la sociedad y que no necesariamente se practica con un enfoque de ética cívica: la educación. 
El derecho a la educación es una de las exigencias éticas, que aunque pueda inspirar legislaciones, no es un mandato legal ni nada similar. Probablemente tú y tu familia saben que tienen este derecho, pero ¿lo ejercen?

En nuestro país tenemos quizás la fortuna de que tenemos igualdad, tanto hombres como mujeres, de acceder a este beneficio que damos casi por sentado. Las bases legales de nuestro país se ensalzan de estar basados en una justicia distributiva, cómo mínimo ético de una sociedad funcional, ya que ciertamente la justicia en sí es una igualdad indeclinable.

 Es tan típico ver como los jóvenes se quejan de “levantarse temprano”, “estudiar”, “hacer tareas”, y otras tantas situaciones que no son más que herramientas para poder expandir nuestros conocimientos. Las limitaciones de nuestra sociedad no son más que limitaciones que nosotros mismos nos instalamos  a causa de la falta de empoderamiento, no se trata sólo de manipular, sino también de empoderar, de actuar positivamente para potenciar las capacidades de las personas de forma que puedan llevar adelante los planes de vida que elijan.

          Entonces cómo decir que nuestra sociedad es desarrollada, si a pesar de tener los recursos,  no existe un pueblo coherente que tenga la capacidad de decisión y de empoderamiento de sus propios derechos. Si la gente no se educa, no será capaz de decidir, porque la educación te da autonomía y te hace libre, no libre de hacer lo que quieras, sino libertad de elegir, saber qué quieres, de bienestar y de ser agente de tu propia vida.

Esto lo tiene claro Malala Yousafzai, quien empoderándose y teniendo conciencia de los derechos que les estaban siendo arrebatados, levantó su voz contra la opresión de los talibanes, exigiendo que las niñas tuvieran el acceso a la educación, convirtiéndose en una defensora del derecho a la educación.

Es un gran contraste la situación  de esta joven pakistaní con la de nuestra sociedad, sin embargo es bastante impresionante darse cuenta que ellas si conocen la importancia de la educación en la vida de cada persona y como colectivo, y anhelan la posibilidad de contar con ella ya que saben que es la vía para tener un futuro, para tener “una posibilidad”. Y esto lo saben incluso los talibanes ya que la educación y las niñas escolarizadas implican una amenaza para su régimen y los movimientos extremistas violentos esto es porque si se educan, no es tan fácil imponerles el extremismo cuando sean adultos.

“No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes”

Algo tan básico como defender la educación, se hace cada vez más difícil y admirable, pero reconociendo la magnitud del problema, para adoptar medidas que garanticen la educación de calidad, es necesario garantizar la participación ciudadana. La ética de mínimos se refiere a los aspectos mínimos necesarios para mantener el funcionamiento de la sociedad, pero para que funcione la sociedad, lo mínimo es tomar conciencia de las acciones en pos del bien colectivo.

Reflexión Ética Cívica por Camila Rubilar

En la realidad de la sociedad actual, en donde los fenómenos de globalización e interculturalidad propiciados por el acceso a la información y fenómenos migratorios se bebiera aspirar a una sociedad moralmente pluralista en donde se deben respetar los mínimos morales de cada persona que ayudan a lograr sus máximos morales o proyecto de vida ideal.  

La ética cívica  debiera llegar  como el resultado desde un  proceso de trabajo personal o introspección en donde en base al desarrollo de la moral propia (derechos y deberes, no solo por intereses propios)  debe ser coincidente con la moral de los demás y en pos de una moral global, en donde se busque una conciencia global, basada en el respeto mutuo y con el medio ambiente, en conjunto con garantizar los derechos humanos (tomándolos como principios personales y no como norma legal).

El correcto desarrollo de esta ética cívica debiera tener como componentes básicos la educación que nos da las herramientas para poder llevar a cabo este análisis y fijar de manera más apropiada nuestros constructos morales deseados, así también el diálogo como componente fundamental para la expresión, sociabilización y comprensión de las distintas realidades morales y poder lograr así un consenso en los principios de la ética  y conciencia cívica   esperable; que debieran desembocar en la implementación de políticas de inclusión social de modo que cada persona tenga una garantía de respeto y protección en las diferentes esferas que la conforman.


Para lograr un cambio significativo en la forma de pensar y actuar que esta tenido hoy en día nuestra sociedad, falta un lago comino que recorre, pero si les entregamos las herramientas necesarias a la población es posible desarrollar esta ética de un modo adecuado, logrando de esta forma una sociedad más sana, respetuosa y justa en donde prime la aceptación de las personas independiente de su condición social, política, religión, genero, etc.

Reflexión Ética Cívica por Olga Silva

La ética cívica es la ética de la “reflexión”, es la que nos permite repasar nuestro comportamiento en una comunidad social. Dicha sociedad puede ser pluralista pero eso no significa que no se tenga nada en común.

Una sociedad es moralmente pluralista cuando en ella conviven personas que tienen diferentes concepciones morales de lo que es la vida buena, diferentes proyectos de felicidad, es decir, diferentes “máximos de felicidad” o como fue propuesto por Adela Cortina “máximos éticos”; donde tienen a una vida plena y feliz, aspirando a desarrollar una convivencia justa y vivir pacíficamente porque al mismo tiempo tienen unos mínimos de justicia” o “mínimo éticos”, que todos comparten y que todos respetan para no caer en inhumanidad.

Los contenidos de esa ética cívica serían los valores de libertad, igualdad, solidaridad, respeto activo y recurso al diálogo como camino para resolver los conflictos frente a la violencia; se referirían al respeto a los derechos humanos de las tres primeras generaciones, y a la idea de que los ciudadanos deben considerarse como ciudadanos sociales.
En definitiva como se nos hace difícil poder definir lo que es justo para cada uno, puesto que se pasa a llevar los derecho de las personas, pasando lo mismo que con la libertad, con la pregunta: ¿hasta dónde llega mi libertad?, normalmente la respuesta es: hasta donde comienza la de la otra persona. La ética cívica nos permite llegar a un acuerdo en las prácticas sobre normas y principio, las que a su vez nos lleva a vivir mejor.

Sin embargo todo esto es un ideal, es un sueño, una utopía, deberíamos ser capaces como seres humanos de poder lograrlo, pero falta un largo camino por recorrer, en primera instancia deberíamos adquirir un empoderamiento de todo lo que hacemos y somos como personas, con el fin de poder desarrollar nuestro proyecto de vida.

Deberíamos ser capaces de conocernos como introspección y hacia los demás para lograr empatía y respeto por el otro, lo que a su vez ayuda a desarrollar la tolerancia, la cual es muy importante ya que nos da la posibilidad de convivir en un mismo espacio con personas de diferentes culturas, diferentes realidades, diferentes opiniones, y que todas forman parte y crean la sociedad en que vivimos.

A su vez, debemos ser capaces de realizar un autocuestionamiento sobre los intereses personales, sobre las acciones que tomamos, ¿son por mi bien, por mi propio beneficio o ayudan a un bien común? Llegando idealmente a desarrollar una conciencia global.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Ser de Enfermería

Los seres humanos le otorgamos nombres y características a todo lo que nos rodea, y por tanto todos sabemos lo que cada cosa es. Pero más allá de denominaciones, existe un algo que le otorga esa particularidad, una esencia que implica no sólo su permanencia y percibir su  existencia en nuestro mundo, sino que  involucra el propósito que cumple, o en otras palabras, su razón de SER, el cual trasciende en el tiempo.

La ontología es una ciencia que estudia las condiciones de posibilidad de las existencias, estableciendo una dimensión o característica esencial que define a todo ser y se manifiesta a través de lo que somos, es decir, a través del ser humano,  de lo que hacemos, del rol que cumplimos, y de nuestra capacidad de trascendencia, del SER PERSONA.

El cuidado holístico del ser humano es en ESENCIA LA ENFERMERÍA: velar por el bienestar de las personas, su calidad de vida y recuperación física, sicológica y emocional son sólo algunos de las esferas en que se desenvuelve la labor de Enfermería. La razón de ser de la enfermería está implícito en la esencia del cuidado.

Nuestra identidad como enfermeros está delimitada tanto a partir de lo que nosotros somos, de lo que vivimos y nuestras experiencias, ya que el fortalecimiento de la identidad se genera a partir de uno mismo; como de la imagen colectiva, el cómo me ven los demás y como yo creo que me ven.

La Enfermería se ha ido formando como profesión a través de los años a partir de diferentes  filosofías y teorías, que han sido la base sólida de conocimientos para el desarrollo de la práctica y la investigación. Este desarrollo no sólo se ha producido por los avances en el área científica y biomédica, sino que también por los aportes de la filosofía en los aspectos ontológicos y epistemológicos emergentes en las visiones de enfermería.

Como sello histórico de la enfermería, el cuidado se asociaba naturalmente a las mujeres, como cuidadoras de la familia y mujeres devotas entregadas al servicio de los necesitados, bajo un paradigma del cuidado caritativo y la compasión.

Mientras el curar era asociado al trabajo médico, el CUIDAR se fue transformando no sólo en una labor a partir de la empatía y protección, sino que se fue configurando como un sistema de saberes con la aparición de teoristas que perfeccionaron la práctica de la enfermería y la convirtieron en una profesión de cuidado con un rol autónomo y esencial en el ciclo vital de las personas, la familia y comunidades.

La Enfermería no sólo se fundamenta en el conocimiento científico, sino también en la capacidad de cada uno de ser creativos al resolver problemas, ser pacientes  e intuitivos, para poder llegar a la persona y de esta manera permanecer con ella en el plano emocional, permitiéndole un espacio de confianza en el que pueda expresarse, pero que respete la intimidad, siendo capaces de realizar una valoración, y no juicios de valor, manteniendo una mente abierta y una escucha activa.

Uno de los aportes más significativos al Ser de la Enfermería, fue el de Florence Nightingale, quien hasta hoy en día es considerada la pionera de la Enfermería Profesional; sentó las bases disciplinares y de conocimiento para profesionalizar el cuidado, inspirada en propuestas humanitarias a la protección de la vida y el amor al prójimo.

JURAMENTO PARA ENFERMERAS DE FLORENCE NIGHTINGALE

"Juro solemnemente ante Dios y en presencia de esta asamblea llevar una vida digna y ejercer mi profesión honradamente.

Me abstendré de todo cuanto sea nocivo o dañino, y no tomaré ni suministraré cualquier sustancia  producto que sea perjudicial para la salud.

Haré todo lo que esté a mi alcance para elevar el nivel de la enfermería y considerare como confidencial toda información que me sea revelada e el ejercicio de mi profesión, así con todos los asuntos familiares en mis pacientes.

Seré una fiel asistente de los médicos y dedicaré mi vida al bienestar de las personas confiadas a mi cuidado."

En relación a lo anteriormente desarrollado se sienta las bases de la profesionalización del cuidado, del atender a las personas como seres humanos comprendiendo la dimensión biopsicosocioemocional  de las personas y considerándolos como seres único merecedores de todos los cuidados que se les puedan otorgar para mejorar su calidad de vida, nosotros como profesión somos los responsables de desarrollar y hacer evidenciar que nos guiamos en una ética del deber  y la virtud.

Trascender a través de las personas mediante la enfermería es uno de los objetivos personales que movilizan nuestras  energías y nos hacen ser como persona, independiente de la corriente profesional que nos forme y que nos guie en nuestro futuro profesional. Así para lograr esta trascendencia debemos tener la capacidad y  habilidad para internalizar, entender y comprender la importancia de una formación ética que nos lleve SER ENFERMERAS. Y para ser enfermeras necesitamos entender profundamente la esencia del cuidar, entender esa fuerza y esas ganas que no son más que ese sentimiento de estar viviendo la vida en plenitud cuando se está ayudando a ese otro ser humano, saber que los conocimientos y habilidades que se aprenden y se nos entregan  están en sintonía con el objetivo de la vida que se decidió vivir, pues ser enfermera forma parte de uno.
Independiente de cualquier diferencia que pueda existir detrás de cada persona lo importante es la dignidad y el respeto a la humanidad, sea yo la humanidad o el otro. Por ello es que nos cuidamos los unos a los otros, y es por esto que el arte de cuidar, además de cimentarse  en conocimientos,  se sustenta en la calidad valórica y espiritual de cada ser humano que decide ser enfermera. ¿Serias capaz de dañarte  atentando contra tu integridad física, emocional, social, espiritual y psicológica? Difícilmente porque la humanidad tiende a la vida, al mejor bienestar y la benevolencia. Y es así como debemos ir por la vida y como enfermeras amando a los demás como nos amaríamos a nosotros mismos, debemos integrarnos al equipo sanitario entonces buscando el bien común, pues sabemos perfectamente que sin nuestra profesión el médico, el kinesiólogo, el psicólogo, la nutricionista, el fonoaudiólogo y tantos otros profesionales de la salud y de otras áreas no son mucho sin la visión unificadora de enfermería, a la vez que enfermería no es nada sin el trabajo multidisciplinario de los distintos profesionales.

A modo de reflexión grupal llegamos a la conclusión de que en la actualidad muchas veces se deja de lado la real esencia de nuestra profesión es el CUIDAR, en pos de el cumplimiento de metas, una mirada más curativa y resolutivas de problemas, en vez de preocuparse de la integralidad de la totalidad de las esferas que componen a las personas a las que atendemos y tendemos a caer en la rutina del trabajo dejándonos llevar por las presiones diarias disminuyendo así la calidad del cuidado que debiéramos esmerarnos en realizar.

El desafío entonces para nosotros como futuros profesionales enfermeros es el no perder nunca de vista esta problemática actual y esforzarnos para llevar a cabo una ética del cuidado adecuada, realizando un cuidado mas humanizado e integral de las personas atendidas; así como también asegurarnos de que la población identifique al profesional de enfermería como el encargado de el CUIDAR, empoderándonos de lo que por esencia es el  ser del profesional enfermero.