Los seres humanos le otorgamos nombres y
características a todo lo que nos rodea, y por tanto todos sabemos lo que cada
cosa es. Pero más allá de denominaciones, existe un algo que le otorga esa
particularidad, una esencia que implica no sólo su permanencia y percibir
su existencia en nuestro mundo, sino
que involucra el propósito que cumple, o
en otras palabras, su razón de SER, el cual trasciende en el tiempo.
La ontología es una ciencia que estudia las
condiciones de posibilidad de las existencias, estableciendo una dimensión o
característica esencial que define a todo ser y se manifiesta a través de lo
que somos, es decir, a través del ser humano,
de lo que hacemos, del rol que cumplimos, y de nuestra capacidad de
trascendencia, del SER PERSONA.
El cuidado holístico del ser humano es en
ESENCIA LA ENFERMERÍA: velar por el bienestar de las personas, su calidad de
vida y recuperación física, sicológica y emocional son sólo algunos de las
esferas en que se desenvuelve la labor de Enfermería. La razón de ser de la enfermería
está implícito en la esencia del cuidado.
Nuestra identidad como enfermeros está delimitada
tanto a partir de lo que nosotros somos, de lo que vivimos y nuestras
experiencias, ya que el fortalecimiento de la identidad se genera a partir de
uno mismo; como de la imagen colectiva, el cómo me ven los demás y como yo creo
que me ven.
La Enfermería se ha ido formando como profesión
a través de los años a partir de diferentes
filosofías y teorías, que han sido la base sólida de conocimientos para
el desarrollo de la práctica y la investigación. Este desarrollo no sólo se ha
producido por los avances en el área científica y biomédica, sino que también
por los aportes de la filosofía en los aspectos ontológicos y epistemológicos
emergentes en las visiones de enfermería.
Como sello histórico de la enfermería, el
cuidado se asociaba naturalmente a las mujeres, como cuidadoras de la familia y
mujeres devotas entregadas al servicio de los necesitados, bajo un paradigma
del cuidado caritativo y la compasión.
Mientras el curar era asociado al trabajo
médico, el CUIDAR se fue transformando no sólo en una labor a partir de la
empatía y protección, sino que se fue configurando como un sistema de saberes
con la aparición de teoristas que perfeccionaron la práctica de la enfermería y
la convirtieron en una profesión de cuidado con un rol autónomo y esencial en
el ciclo vital de las personas, la familia y comunidades.
La Enfermería no sólo se fundamenta en el
conocimiento científico, sino también en la capacidad de cada uno de ser
creativos al resolver problemas, ser pacientes e intuitivos, para poder llegar a la persona y
de esta manera permanecer con ella en el plano emocional, permitiéndole un
espacio de confianza en el que pueda expresarse, pero que respete la intimidad,
siendo capaces de realizar una valoración, y no juicios de valor, manteniendo
una mente abierta y una escucha activa.
Uno de los aportes más significativos al Ser de
la Enfermería, fue el de Florence Nightingale, quien hasta hoy en día es
considerada la pionera de la Enfermería Profesional; sentó las bases
disciplinares y de conocimiento para profesionalizar el cuidado, inspirada en
propuestas humanitarias a la protección de la vida y el amor al prójimo.
JURAMENTO PARA ENFERMERAS DE FLORENCE
NIGHTINGALE
"Juro solemnemente ante Dios y en presencia
de esta asamblea llevar una vida digna y ejercer mi profesión honradamente.
Me abstendré de todo cuanto sea nocivo o dañino,
y no tomaré ni suministraré cualquier sustancia
producto que sea perjudicial para la salud.
Haré todo lo que esté a mi alcance para elevar
el nivel de la enfermería y considerare como confidencial toda información que
me sea revelada e el ejercicio de mi profesión, así con todos los asuntos
familiares en mis pacientes.
Seré una fiel asistente de los médicos y
dedicaré mi vida al bienestar de las personas confiadas a mi cuidado."
En relación a lo anteriormente desarrollado se
sienta las bases de la profesionalización del cuidado, del atender a las
personas como seres humanos comprendiendo la dimensión
biopsicosocioemocional de las personas y
considerándolos como seres único merecedores de todos los cuidados que se les
puedan otorgar para mejorar su calidad de vida, nosotros como profesión somos
los responsables de desarrollar y hacer evidenciar que nos guiamos en una ética
del deber y la virtud.
Trascender a través de las personas mediante la
enfermería es uno de los objetivos personales que movilizan nuestras energías y nos hacen ser como persona, independiente
de la corriente profesional que nos forme y que nos guie en nuestro futuro
profesional. Así para lograr esta trascendencia debemos tener la capacidad
y habilidad para internalizar, entender
y comprender la importancia de una formación ética que nos lleve SER
ENFERMERAS. Y para ser enfermeras necesitamos entender profundamente la esencia
del cuidar, entender esa fuerza y esas ganas que no son más que ese sentimiento
de estar viviendo la vida en plenitud cuando se está ayudando a ese otro ser
humano, saber que los conocimientos y habilidades que se aprenden y se nos entregan
están en sintonía con el objetivo de la
vida que se decidió vivir, pues ser enfermera forma parte de uno.
Independiente de cualquier diferencia que pueda
existir detrás de cada persona lo importante es la dignidad y el respeto a la
humanidad, sea yo la humanidad o el otro. Por ello es que nos cuidamos los unos
a los otros, y es por esto que el arte de cuidar, además de cimentarse en conocimientos, se sustenta en la calidad valórica y
espiritual de cada ser humano que decide ser enfermera. ¿Serias capaz de
dañarte atentando contra tu integridad
física, emocional, social, espiritual y psicológica? Difícilmente porque la
humanidad tiende a la vida, al mejor bienestar y la benevolencia. Y es así como
debemos ir por la vida y como enfermeras amando a los demás como nos amaríamos
a nosotros mismos, debemos integrarnos al equipo sanitario entonces buscando el
bien común, pues sabemos perfectamente que sin nuestra profesión el médico, el
kinesiólogo, el psicólogo, la nutricionista, el fonoaudiólogo y tantos otros
profesionales de la salud y de otras áreas no son mucho sin la visión
unificadora de enfermería, a la vez que enfermería no es nada sin el trabajo multidisciplinario
de los distintos profesionales.
A modo de reflexión grupal llegamos a la
conclusión de que en la actualidad muchas veces se deja de lado la real esencia
de nuestra profesión es el CUIDAR, en pos de el cumplimiento de metas, una
mirada más curativa y resolutivas de problemas, en vez de preocuparse de la
integralidad de la totalidad de las esferas que componen a las personas a las
que atendemos y tendemos a caer en la rutina del trabajo dejándonos llevar por
las presiones diarias disminuyendo así la calidad del cuidado que debiéramos
esmerarnos en realizar.
El desafío entonces para nosotros como futuros
profesionales enfermeros es el no perder nunca de vista esta problemática
actual y esforzarnos para llevar a cabo una ética del cuidado adecuada,
realizando un cuidado mas humanizado e integral de las personas atendidas; así
como también asegurarnos de que la población identifique al profesional de
enfermería como el encargado de el CUIDAR, empoderándonos de lo que por esencia
es el ser del profesional
enfermero.