Me
sirvió más de lo que esperé y creí la cátedra en sí, porque no tan solo se
trato de analizar y discutir temas controversiales, sino que me ayudo a ampliar
mi mirada, tener diferentes puntos de vista, analizar las situaciones desde el
otro ampliando mis conocimientos en variadas áreas.
Me encantaba escuchar y ser partícipe de las discusiones que se daban en
clases, ya que cada uno de mis compañeros tienen creencias, personalidades,
costumbres, que los hacen únicos, y por ende cada perspectiva cambia, dependiendo
de cada persona. Personalmente encuentro sumamente difícil opinar en temas
éticos y morales más controversiales ya que a veces con un comentario podemos
dañar a alguien sin ni siquiera cuantificarlo o pensarlo, reconozco que en
muchos momentos me hubiese encantado dar mi perspectiva, pero preferí callar
antes que herir a alguien, y creo que a la hora de estar en los campos cínicos
no podemos olvidar que tratamos con personas, y que ellas tienen sentimientos,
y que a veces por no saber decir bien algo, la persona puede rechazar
completamente la atención de salud o alejarse de los profesionales de la salud
ya que puede pensar que no lo toman en cuenta o no respetan su estructura o
esquema de vida.
Estoy completamente segura que estoy saliendo de ésta cátedra con un
pensamiento muchas más crítico y humanizado de lo que la comencé, y que a lo
hora de enfrentarme a un dilema ético podré optar a estas herramientas
adquiridas a lo largo de la cátedra para poder enfrentarlo con más entereza y
conocimiento.
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