domingo, 29 de septiembre de 2013

Reflexión Ética Cívica por Yasminne Díaz

Nuestra sociedad contemporánea actual se orienta cada vez mas relativismo moral en el que predomina el sentimiento de injusticia o parcialmente justo de sus conciudadanos y el individualismo, en contraposición a los cambios multiculturales como la migración/interculturalidad lo que debiera identificarnos como sociedad en pluralismo moral, como parte de una ética en democracia y de relación cordial de responsabilidad por los seres humanos.

La ética cívica debiera comenzar desde cada uno de nosotros aplicarla en nuestra forma de vivir respetando los mínimos morales/éticos de una vida justa propia y hacia el otro, para que podamos acceder a los máximos éticos/morales de una vida buena personal y para con los demás. Como ciudadanos libres que se consideren nuestros derechos en diversos ámbitos (legal, moral, identidad) que exista interrelación y una retroalimentación de nuestros actos para  vivir en sintonía con nuestro entorno.
Para alcanzar esta “meta” un acceso fundamental lo es la formación educativa lo que se contrapone en una historia de vida como la de Malala:

Malala vivía en un contexto y culturalidad en su país, a una situación de discriminación/desigualdad de género y de inequidad en  la educación que no le permitía acceder a esta por haber nacido mujer, coartando su derecho a recibir herramientas como sí lo hacen los niños/hombres de su país.
Es así como toma la decisión de expresar sin miedo, de forma libre ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) su experiencia al mundo, quienes en su mayoría como espectadores aceptamos como sensato.

Ella cambia su realidad diaria, nos muestra un empoderamiento, el no conformismo de su rol como cuidadana, como persona, como niña, al exigir este derecho, derecho que la sociedad debe garantizar como mínimo ético, como lo es otorgar las herramientas a las personas para autogestionar su vida, y construir sus propios proyectos, en vez de quedarse en su zona de comodidad y confort y de adaptarse al régimen injusto y de inequidad con tal de disfrutar el bienestar posible, lucha por una causa, por su propia causa y cuenta sus vivencias para abrir una ventana al dialogo.

Nos muestra que sí es posible cambiar nuestra realidad exigiendo lo que por derecho nos corresponde, como personas activas y empoderadas de nuestros roles para ser libres e informados en la  toma de nuestras decisiones.

  La meta puede resultarnos ambiciosa, pero es posible trabajar conjuntamente de forma individual, luego con mi grupo más cercano y luego expandir el conocimiento y trabajar para los demás con esta herramienta fundamental del ser humano el lenguaje y el dialogo

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