lunes, 30 de septiembre de 2013

Reflexión Ética del Cuidado por Priscila Herrera

¿Cuidado humanizado? ¿Ética del Cuidado?... Deberían no tan solo ser temas de clases, sino una forma de ejercer nuestro quehacer profesional, y ser parte sobre todo de nuestras vidas.

Ha sido más de una vez en la cual uno de mis pacientes a cargo me dice: “Con el tiempo no se ponga pesada, o enojona” o “No pierda esa simpatía o amor a lo largo de los años” o incluso me han dicho “Estoy segura que en el futuro no seguirá siendo así, tengo que aprovecharla ahora”… ¿Por qué las enfermeras (os) olvidaron la razón por la cual entraron a estudiar lo que son ahora? Cada vez veo menos a una enfermera mirando a los ojos a su paciente, o llamándolo por su nombre, o tantas veces está tan ocupada en “otros quehaceres del paciente” que se olvida del mismísimo paciente, y su relación se vuelve netamente instrumental y teórica, es como si sacará una plantilla de intervenciones y la repite por igual a quien presente los mismos signos y síntomas, y/o patologías, dejando de lado las preferencias, experiencias, sentimientos, e incluso valores de la persona atendida.

Me pregunto si será la presión del medio que termina marginando a la enfermera del real significado de cuidar, si el tiempo siempre juega en contra, o si en algún momento se cansa de establecer relaciones tan pasajeras, que en algún momento deja de tener sentido, dar más de ti, en pos del otro.

Una vez una profesora me dijo que el cuidado humanizado no se perdía como algunos piensan, “siempre está”, y solo depende de nosotras (os) ejercerlo y no “suprimirlo”, no podemos dejar de pensar en cada una de las esferas del paciente ante cualquier intervención que hagamos, debemos dejar de lado el instrumentalismo y nuestra guerra eterna en contra del tiempo, y tomar lo que “siempre está” en nosotros, comenzar a comunicarnos y a acompañar y/o sostener a quien lo necesite involucrándolo a él en cada momento. 

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