El cuidado es mantener la vida
asegurando la satisfacción de un conjunto de necesidades indispensables para la
vida, pero que son diversas en la manera de manifestarlo, es encargarse de la
protección, del bienestar o mantenimiento de algo o de alguien. De esta manera,
el cuidado ético involucra la interacción y el contacto moral entre dos
personas, donde media un pedido, una solicitud, donde se da una unión, una
relación humana.
Es por esto que podemos decir que la
ética del cuidado es la disciplina que se encarga de las acciones responsables
y de las relaciones morales entre las personas, motivadas por dar ayuda,
teniendo como único fin el lograr el cuidado de los demás o del suyo propio,
basándose en la comprensión del mundo como una red de relaciones en la que
estamos y nos sentimos inmersos, y de donde surge un reconocimiento de
responsabilidad hacia los demás.
El compromiso
hacia los demás debiera ser entendido como una acción en forma de ayuda profesional,
donde se está capacitado para resolver una situación satisfactoriamente. Para llevar a cabo las actitudes o la prestación de servicios
que sean inherentes al trato con otros individuos, debemos reflexionar
invariablemente en nuestros preceptos y conceptos.
El trato a los demás debe ser con respeto a los derechos
humanos, acompañando invariablemente los principios morales, como el
compromiso, el cual deriva precisamente de la certeza de el bienestar e incluso
la supervivencia, requieren de algo más que la autonomía y la justicia,
requiere del el reconocimiento y el complimiento de derechos y deberes.
El trato hacia nuestros semejantes es el reflejo de nuestra
cultura, de siglos de evolución y desarrollo. La honestidad y el respeto hacía
nuestros semejantes es fundamental para
la continuidad en la evolución y el desarrollo del hombre.
Ética es una pequeña palabra que comprende un universo de
conceptos morales, de integridad y de respeto hacia nosotros mismos. Por tanto,
la ética refleja el resultado de siglos de evolución y desarrollo en el ser
humano, el entendimiento y reflexión hacia el respeto al derecho ajeno.
Como profesionales de enfermería, el cuidado supone un
compromiso de naturaleza ética en la relación con el paciente, en la relación
consigo mismo, con el equipo, con la sociedad y con la humanidad en general. El
Código de Ética impone a los profesionales de enfermería el deber de desempeñar
su rol dentro de un contexto ético y moral que responda a las más altas
exigencias establecidas en la sociedad. Y esto es algo que como enfermeras/os
no podemos dejar de lado, no hay que dejarse llevar por la sociedad y cumplir
solamente metas, siempre tenemos que tener presente que a los que se está
atendiendo son personas, las cuales tienes derechos y necesidades que esperan
de nosotros para ayudarla a cumplirlas.
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