domingo, 17 de noviembre de 2013

Resumen Grupal del Seminario de Vacunas

Las vacunas son responsables de muchos éxitos en salud pública a nivel mundial, como la erradicación de la viruela, y la reducción considerable de otras infecciones graves, como poliomielitis y sarampión.

Aun así, la vacunación ha sido tema de diversas controversias éticas desde hace mucho tiempo. Por lo general, los debates éticos clave relacionados con la reglamentación, el desarrollo y el uso de las vacunas gira en torno a:
1.    Mandatos
2.    Investigación y pruebas
3.    Consentimiento informado
4.    Disparidad en el acceso.

Los debates y objeciones éticas hacia los mandatos escolares, u otros, surgen porque algunas personas y comunidades no están de acuerdo, o tienen creencias religiosas o filosóficas que entran en conflicto con la vacunación, por ejemplo, como un intento de proteger a la mayor cantidad de personas, los reglamentos de salud pública sobre vacunación pueden infringir la autonomía y libertades individuales.

Por lo tanto, surgen tensiones cuando las personas desean ejercer su derecho de protegerse a sí mismas y/o a sus hijos al rechazar la vacunación, en caso de no aceptar las pruebas médicas o de seguridad existentes, o si sus creencias ideológicas no respalden la vacunación.

Por ejemplo está lo asociado a lo que la presencia de Timerosal puede causar, el timerosal es un preservante contenido en la mayor parte de las vacunas y está compuesto en un porcentaje importante de etilmercurio. Desde hace varios años se le ha asociado con el aumento de autismo y otras patologías derivadas como el déficit atencional y la hiperactividad, especialmente en los niños. También está lo relacionado al Mercurio, donde las investigaciones han comprobado que puede causar daños neurológicos en quienes se administra.

En nuestro país las controversias frente a estos compuesto presentes en las vacunas ha ido en aumento, llegando incluso a plantearse proyectos de ley que prohíban sus usos.


Existen vacunas sin estos componentes, pero su acceso está restringido a aquellos que tengan los medios para pagarlas, precios elevados para un bien que debiera ser de todos. Estas vacunas deberían ser parte del plan de gobierno, de cualquier gobierno que esté interesado en la salud de su gente, ya que los estudios que se han realizado acerca de Timerosal en particular, no son concluyentes, por lo que se debiera actuar en la línea de prevenir antes de curar como ocurrió en los países de EEUU, Canadá y Dinamarca.

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