miércoles, 23 de octubre de 2013

Ensayo de "No conoces a Jack" por Priscila Herrera

Síntesis de la película

La película relata la historia de Jack Kervorkian, el “Doctor Muerte””, y cómo el se convirtió en un practicante de la eutanasia y comenzó a ser conocido por aquello.

A Jack le tocó ver a su anciana madre internada en un hospital, junto con los múltiples esfuerzos del equipo multidisciplinario de mantenerla con vida artificialmente, mientras su madre reflejaba una expresión de agonía y sufrimiento, así Jack comenzó su estudio acerca de la eutanasia, y su hermana Margo lo motivó a tomar la decisión de dedicarse a practicar la eutanasia con quien realmente lo necesitara, pudiendo dejar sus pacientes de lado un sufrimiento innecesario según el protagonista, empezando por la creación de su máquina de la muerte, “mercitron”, que ayudaría a sus pacientes a través de un conjunto de sustancias a realizar un suicidio asistido.

Un día Margo estaba viendo un reportaje acerca de los pacientes que eran mantenidos con vida en contra de su voluntad, y llama a Jack para que lo vea con él, posteriormente ella lo lleva al hospital para realizar su primer suicidio asistido, consistía básicamente en instalar la maquina junto con un hilo que la propia persona podía tirar para “autoadministrarse” dichas sustancias que le causarían una muerte instantánea sin dolor, ya que si Jack intervenía en el proceso sería visto como un asesinato y por ende sería un proceso ilegal.

El primer intento de Jack, no dio resultado ya que el paciente se alteró al frente de los doctores en el hospital, por lo cual se instó a expulsar a Jack de aquél lugar. Posteriormente, comenzó a grabar el testimonio de sus pacientes en video, Jack a lo largo de la película tuvo muchos problemas en cuanto al lugar de poder realizar éste suicidio asistido ya que nadie quería involucrarse en éste hecho, por lo cual, los primeros intentos exitosos fueron dentro de su propio auto en medio de un parque, siendo detenido en todas las oportunidades, pero jamás podía ser arrestado, ya que el solo acompañaba a sus pacientes en su propio suicidio, lo cual no era considerado un delito. El estado solo podía cancelarle la licencia de médico y tenerlo encerrado en las celdas por un par de días, y su abogado le pagaba su fianza, y luego era liberado. Pero cuando el estado canceló su licencia no pudo seguir comprando los medicamentos que él necesitaba para hacer funcionar su invento, entonces comenzó a utilizar métodos de “ahorro” de material, por ejemplo ponía la cabeza de sus pacientes en una especie de bolsa para evitar que el gas se perdiera.

Tras un intento de muerte asistida que fue mostrado en TV, se decidió ir ante los tribunales en contra de Jack, ahora bajo el cargo de genocidio, Jack no quiso que nadie lo defendiera, sino que él lo haría solo, ya que anteriormente el abogado que tenía se postuló como gobernador y ésta vez estaba en contra del suicidio asistido, por lo cual, él claramente no contaba con las herramientas suficientes para poder defenderse bien, quedando ésta vez condenado a una pena máxima.


Análisis de los principios bioéticos presentes en la película

En cuanto a la autonomía de los pacientes, a lo largo de toda la película fue uno de los principios que más primaba, ya que si bien Jack armaba su máquina, hasta el último momento ellos tenían la decisión de desistir y no jalar el hilo que los llevaría a una muerte instantánea. Y no solo era respetada por esto, sino que la elección de sus pacientes era sumamente cuidadosa, ya que Jack se veía en la obligación de deliberar si la persona con la cual aceptaba asistirlo estaba capacitada psicológicamente para aquello, y que no tan solo quería suicidarse simplemente por estar en un episodio depresivo de su vida.

Desde el punto de vista de la beneficencia y no maleficencia, es un poco más controversial,  ya que puede diferir para algunas personas en el caso de la película. Según el protagonista y para los pacientes, el mejor regalo que podía dar y el mejor regalo que podían recibir respectivamente era lo que precisamente Jack hacía con sus pacientes, asistirlos en el suicidio, pero para una gran mayoría, en este caso la sociedad o las mismas familias, se oponían al hecho, no viéndolo como un acto benéfico, sino como un acto desconsiderado y egoísta, que imposibilita a las personas poder continuar con la vida, de compartir con sus familias, mermándolos quizás de poder experimentar nuevas experiencias o vivencias que aún podían realizar, a pesar de la situación en la que se encontraban.


Y por último, con la justicia, se pudo apreciar en diferentes partes de la película, primeramente puede ser considerado justo, que si la persona no desea seguir viviendo, porque se encuentra en un estado de dolor y sufrimiento intenso y siente que ya ha vivido lo que ha tenido que vivir, es anciano, y evidentemente no le queda mucho tiempo de vida, e incluso ser paciente terminal, está en su derecho de negar la mantención artificial de su vida, pero no legalmente de interrumpir su vida cuando lo desee, ya que actualmente solo dos países aprueban la eutanasia o suicidio asistido. Y también se pudo apreciar la justicia, en el mismo tribunal, ya que para muchos Jack jamás tuvo que haber sido encerrado, sino que debería haber practicado la eutanasia hasta sus últimos días, siendo de la misma forma la justicia un tema controversial a lo largo de la película.


Análisis desde la perspectiva de la ética del cuidado (constructos éticos del cuidar según Torralba)

Efectivamente en la película se daba la instancia de que Jack establecía un vínculo de confianza con sus pacientes, ellos confiaban en él, y depositaban toda su fe de poder concretar el procedimiento con éxito y poder acabar con su sufrimiento.

En cuanto a la compasión era el constructo ético que primaba en la trama, ya que Jack desde un inicio se movió por compasión, de hecho, el no cobraba por su procedimiento, solo quería evitar el sufrimiento y agonía de los pacientes que recurrían a el, para que no vivieran lo mismo que vio reflejado en el rostro de su madre cuando ella se encontraba internada.

No hubo confidencialidad para los pacientes, ya que la eutanasia no se puede esconder, y tampoco dentro de los planes de Jack estaba practicarlo a escondidas y los pacientes al parecer no mostraban oposición a que sus casos fuesen expuestos incluso televisivamente y con alta concurrencia de sus familiares a declarar a los tribunales, de hecho Jack tempranamente comenzó a grabar videos de sus pacientes para tener pruebas de la voluntariedad de sus actos, involucrando y exponiendo muchas veces de sobremanera a los familiares de sus pacientes.

Y el último constructo a analizar, es acerca de la competencia profesional, Jack, era médico, y contó desde un inicio con todos los conocimientos en cuanto a fármacos y técnicas que fueron sumamente exitosas desde el primer intento, cumpliendo con el objetivo que buscaba Jack, brindando una muerte rápida y sin dolor, lo cual muestra su competencia médica al construir su “mercitron”.


Conclusión final (desde la perspectiva ética y bioética en Enfermería)

Es complejo analizar los principios bioéticos o desde la base de la ética del cuidado ante un hecho que es ilegal en Chile y en la mayoría de los países alrededor del mundo, a pesar de que en muchos casos, y para muchas personas todos los principios y bases del cuidado se respeten en la eutanasia, para muchas otras personas no se respetan, y es un tema que genera polémica, porque creo que jamás un tema que involucra el fin de la vida podría llegar a un buen acuerdo, porque cada persona tiene creado su concepto, sus creencias y valores para defender su punto de vista en un tema que es tan trascendental como optar por terminar con la vida misma.

Pienso que mientras sea ilegal la eutanasia o suicidio asistido en Chile, hay que respetarlo y seguir las normas, ya que uno se debe atener a lo que está pre-escrito, sino somos los únicos responsables por aquel cometido. Aunque es cierto e inevitable pensar que muchas veces es completamente inhumano la mantención artificial de la vida, impidiendo la donación temprana de órganos, alargando el sufrimiento y espera de los familiares, junto con el alto lucro que pueden obtener de esto las clínicas y desfinanciamiento completo de los presupuestos familiares.


Lo que le resta al profesional de enfermería en Chile actualmente, es acompañar, aconsejar, tomar la mano de la persona atendida, y por sobre todo contenerla, y hacer de su sufrimiento unas buenas últimas instancias de vida, con lindos recuerdos. Deben tener presentes cada uno de los principios éticos, junto con sus constructos y emplearlos en cada una de sus actividades, sobre todo me gustaría resaltar el constructo de la compasión, tal cual como lo resaltó la película, ya que si nos comenzamos a mover por compasión, podremos brindar un cuidado mucho más humanizado e integral a la persona que lo requiera. 

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