domingo, 13 de octubre de 2013

Ética para Amador (Ensayo) por Yasminne Díaz

Introducción

En este ensayo presentaré una síntesis del contenido del libro “Ética para Amador” de Fernando Savater, además estableceré una reflexión respecto a la propuesta del autor. Y relacionaré esta reflexión con la disciplina de enfermería.
Entiendo la Ética como parte de una filosofía de vida que se dedica a reflexionar sobre la moral de cada persona.
Una filosofía que se define como tal, porque analiza de forma racional la existencia de los humanos, ya sea de forma individual como de forma colectiva y que está fundada en la comprensión del SER. Para que de esta manera pueda encontrar el sentido a lo que soy y lo que hago como proyecto de vida.
Así es como la ética pretende dar a conocer y razonar los conceptos y los argumentos que permitan comprender la dimensión moral de la persona como humano, tomando en cuenta todas sus otras dimensiones física, psicológica, social, económica, etcétera.
ÉTICA  proviene del griego “ethiké”, que deriva de “êthos” que se define como un  carácter, un modo de ser, o un  lugar donde se habita que en este caso es el propio lugar interior.
Este lugar interior que el humano, que el hombre porta en sí mismo, es de donde nace, o el principio del que brotan o surgen  los actos humanos; como  una disposición que el hombre asume ante sí mismo, ante los otros y ante la naturaleza o medio y entorno que le rodea.
El carácter, la personalidad y  la forma de vida, se manifiesta en el comportamiento del hombre, o sea en el modo como “se porta”, lo cual implica idealmente una libertad en tomar decisiones ya sea en el ámbito profesional, laboral, familiar, etcétera. Esto nos facilitará o no la convivencia en comunidad quien reflexiona si una acción es buena o mala, correcta o incorrecta.


Síntesis del texto

En nueve capítulos el autor Fernando Savater cuenta su forma de vivir la ética. Inicia diciendo que “la mayoría de las personas estudian ciertas ciencias para obtener un puesto de trabajo y ganarse con él la vida”. Hay algunas de estas ciencias de las que se depende para vivir es decir  “hay cosas que uno puede saber aprender o no a voluntad”, entonces dice que no queda más que “aceptar con humildad lo mucho que ignoramos”.
Pero entre todos los saberes posibles existe al menos uno imprescindible: el que ciertas cosas le convienen a un humano y otras que no convienen, claro no convienen si quiero seguir viviendo. Saber si me conviene es saber distinguir entre lo bueno y lo malo esto para saber vivir, lo cual no resulta fácil, porque depende del criterio de cada persona. La mayoría de las veces este criterio es opuesto entre los propios seres humanos: Por ejemplo “según ciertas opiniones lo que cuenta es ganar dinero y nada más, mientras que otros arguyen que el dinero sin salud, tiempo libre, afecto sincero o serenidad de ánimo no vale nada.
Es así como Fernando S. indica la diferencia entre animales programados para ciertas actividades sin poderlo remediar, mientras que el humano es libre para tomar un camino o una decisión que quiera de varias que puedan presentársele, Por ejemplo: en el caso de Héctor de la Ilíada, por mucha presión que los demás ejerzan él siempre podría escaparse de lo que se supone que debe hacer, de ahí que tenga mérito su gesto y sea una historia épica. “A diferencia de las termitas Héctor es libre y por eso admiramos su valor”.
Para hacer algo o tomar una decisión se debe tener un motivo “es la razón que tienes o al menos crees tener para hacer algo”, esta motivación puede ser una orden que puede estar basada en el miedo, una costumbre basada en la comodidad de la rutina o un capricho que brota espontáneamente desde “dentro”. Estos motivos inclinarán las conductas.
La moral tiene que ver con las costumbres, estas pueden ser malas o inmorales o buenas y morales. Aunque no es sencillo decir cuando un ser humano es bueno o malo, ya que no sabemos para qué sirven los seres humanos, como por ejemplo un futbolista que sirve para ayudar a ganar a su equipo o una “moto que sirve para trasladarse de forma veloz”.
Dice que la moral nada tiene que ver con los castigos ni los premios repartidos por la autoridad. Sino que “Moral es el conjunto de comportamientos y normas que tú, yo y algunos de quienes nos rodean solemos aceptar como válidos; “ética” es la reflexión sobre por qué los consideramos válidos y la comparación con otras “morales” que tienen personas diferentes, la define como “el arte de vivir”.
De esta forma se está “condenado  a la libertad”, y de  “relacionarnos con los demás” como un proceso recíproco, con un medio esencial humano como lo es el lenguaje, ya que en el mundo en que vivimos es un mundo lingüístico, una realidad de símbolos y leyes. Podemos obtener de los humanos sólo lo que otros humanos pueden dar y que no se puede robar por la fuerza: el respeto el amor o la amistad.
La vida siempre es complejidad ya que está rodeada de complicaciones y la mayor complicación es que “como no somos puras cosas necesitamos cosas que las cosas no tienen” Por ejemplo: el ciudadano Kane quien vivía en un mundo de riquezas pero vacío porque le faltaba lo fundamental el auténtico respeto, afecto y amor de personas a las que él tratara como tal y no como cosas, esto ya que ninguna cosa puede suplir el de ser humanos, así es como antes de morir dice el nombre de un juguete de su infancia, para recordarle lo feliz que verdaderamente era.
Por esto la importancia de reflexionar sobre lo que se hace e intentar precisar lo mejor posible el sentido de esa buena vida que quiero vivir. Entonces tengo que convencerme de que no todo da igual aunque antes o después vaya a morir.
La  única obligación en la vida es la de no ser imbécil, el imbécil es el que necesita de un bastón para caminar, una analogía de que necesitan cosas de afuera, ajenas, que no tienen nada que ver con la reflexión y libertad propias, existen varios modelos: al que todo le da igual, el que lo quiere todo, el que no sabe lo que quiere, el que sabe lo que quiere pero es flojo con miedo o poca fuerza y el que quiere con fuerza y ferocidad pero que se engaña sobre lo que es la realidad. Lo contrario de ser moralmente imbécil es tener conciencia para lo cual hay que tener cualidades innatas.
Se puede ser egoísta sin ser imbécil, si se quiere lo mejor para sí mismo, y lo mejor es lo que llamo buena vida. Si no, no se podrá disfrutar de la buena vida porque vendrán a mí los remordimientos de la conciencia, que provienen del miedo al castigo que se pueda merecer, estos propios remordimientos también son consecuencias de la libertad.
Hay que decir lo que uno piensa de buena forma, ocupando bien el lenguaje sin caer en la “rebeldía” tan manoseado término en que lo único que se desea como intención es recibir un castigo por la libertad innata.
Análisis
La libertad se refiere a que no somos libres de elegir lo que nos pasa, pero somos libres para responder a lo que nos pasa de cual o tal modo”. De esta misma manera hay cosas que dependen de mi voluntad, pero hay cosas que no, si fuera así sería omnipotente, es por eso que puedo equivocarme por lo cual debo fijarme bien el lo que hago en todo sentido y en todos los roles de mi vida, aún más si trabajaré para las personas .Para hacer algo bien debo tener un motivo el que identifico como el cuidado al otro.
Retomando la libertad como la decisión de poder decir “si” o “no”  “digan lo que digan mis jefes o los demás”, por lo que tengo que decidir dándome cuenta de mis decisiones, de la intención que aplico en ellas así como también la voluntad de hacerlo, ya que “nunca una acción es buena solo por tratarse de una orden, una costumbre o un capricho”.
Esta libertad debe tomarse en serio, es decir tomársela con responsabilidad por los efectos que consigo trae la toma de decisiones y no vale si espero a que el resultados es bueno o malo, para asumir si soy o no responsable. Entonces puede aparecer el  remordimiento que proviene del descontento de sentir que he utilizado mal mi libertad,  en contradicción de lo que de verdad quiero como ser humano. De ser así debo aceptar las consecuencias de lo hecho, enmendar lo malo que pueda enmendarse o aprovechar al máximo lo bueno.
Una de las frases atingente a mencionar es: “no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran y todo lo que haces a otros te lo haces también a ti mismo”.
Surgen también problemas éticos, sobre todo en el campo de práctica en donde la mayor parte del comportamiento se copia de los demás por actuar por imitación, e inclusive si uno, por muy buen ejemplo que sea o que llegue a dar uno, los demás siempre tienen a la vista demasiados malos ejemplos que imitar.
Entonces debo tratar  a las personas humanamente, lo que se consigue intentando ponerme en su lugar cada vez, comprendiendo desde adentro su propio punto de vista y tomarle en serio: con simpatía, compasión, haciendo un esfuerzo objetivo de ver las cosas como él las ve, no echando al otro y menos ocupando su sitio, como podría ser el caso de una madre que no puede cuidar o visitar a su hijo/a y que yo como enfermera intente ser la mamá del bebé hasta tal punto de apartarla y verla como una enemiga de su cuidado por juzgarla en su rol como madre, sin concientizar el evidente perjudico a esa madre, al bebé, a la profesión y a mí misma como persona.
Ella como madre y el bebé tienen derechos y  que es justo que se lleven a la realidad, en un hospital por sobre todo, porque esta situación es una  crisis que  afecta a toda una familia. Acá se podría hablar de la justicia es decir el esfuerzo individual por entender lo que el semejante, es decir la madre espera de mí y de mi rol de profesional, que es acoger, no juzgar, empatizar y educar.
Actuar de manera responsable es cuando soy consciente real de mi libertad, y de mis acciones, estos actos cometidos me van construyendo como persona día a día y como profesional.
O más aún evitar sacar provecho de las buenas intenciones de los demás y hasta de sus desgracias, para evitar esto pienso que es bueno pensar en que el primer perjudicado cuando intento perjudicar  a mi semejante soy yo misma
Este buen vivir también implica gozar de la vida como la comida, la música, la familia, los amigos, etcétera. Y pensar de esta forma no es egoísta, yo pienso que, sí, hay alguien sufriendo por ejemplo en el hospital o en la vida misma y pienso también que es muy bueno ayudar al otro en lo posible a dejar de sufrir en mi quehacer,  pero también siento que no es sano sentir un remordimiento por no estar en ese momento sufriendo o estar disfrutando de mi proyecto de vida como el otro quisiera disfrutar.
Porque el buen vivir no es sufrir y no disfrutar de la vida, o pasarlo mal y vivir estresada eso no es vivir moralmente, debo ayudar al otro así lo siento y pienso con mis máximas capacidades, pero primero debo estar bien yo misma con mi entorno y satisfecha con mi vida.
Entonces el buen vivir en todos sentidos aspira también a vivir con alegría que es la recompensa más alta que puedo obtener de mis estudios, mi trabajo, mi familia, mis amigos  y mi proyección como enfermera.

Conclusión

La ética se ocupa de lo que yo misma haga con mi libertad, desde aquí precisamente parte el proyecto ético sin el cual no hay vida buena que valga, como la libertad de trabajar por mi propia vocación o interés, con la debida responsabilidad moral de las acciones u omisiones, por la sociedad y por mí misma. Y en esto es fundamental la formación o la socialización primaria: la familia; y la socialización secundaria: la educación, claro que a veces la socialización primaria no puede acceder a una socialización secundaria “idónea” por las inequidades de acceso y lo que se conoce del tema actual educación. Pero mi experiencia es que sí se puede, claro está que no es la mayoría de las historias. Fundamental es la familia, el afecto, trabajar desde uno misma y luego ayudar lo que más pueda y deba a los demás

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