Introducción
En este ensayo presentaré una síntesis
del contenido del libro “Ética para Amador” de Fernando Savater, además
estableceré una reflexión respecto a la propuesta del autor. Y relacionaré esta
reflexión con la disciplina de enfermería.
Entiendo la Ética como parte de una filosofía de
vida que se dedica a reflexionar sobre la moral de cada persona.
Una filosofía que se define como tal, porque analiza
de forma racional la existencia de los humanos, ya sea de forma individual como
de forma colectiva y que está fundada en la comprensión del SER. Para que de
esta manera pueda encontrar el sentido a lo que soy y lo que hago como proyecto
de vida.
Así es como la ética pretende dar a conocer y
razonar los conceptos y los argumentos que permitan comprender la dimensión
moral de la persona como humano, tomando en cuenta todas sus otras dimensiones
física, psicológica, social, económica, etcétera.
ÉTICA proviene del griego “ethiké”, que deriva de
“êthos” que se define como un carácter, un
modo de ser, o un lugar donde se habita
que en este caso es el propio lugar interior.
Este lugar
interior que el humano, que el hombre porta en sí mismo, es de donde nace, o el
principio del que brotan o surgen los
actos humanos; como una disposición que
el hombre asume ante sí mismo, ante los otros y ante la naturaleza o medio y
entorno que le rodea.
El carácter,
la personalidad y la forma de vida, se
manifiesta en el comportamiento del hombre, o sea en el modo como “se porta”, lo
cual implica idealmente una libertad en tomar decisiones ya sea en el ámbito
profesional, laboral, familiar, etcétera. Esto nos facilitará o no la
convivencia en comunidad quien reflexiona si una acción es buena o mala,
correcta o incorrecta.
Síntesis del texto
En nueve capítulos el autor Fernando Savater cuenta
su forma de vivir la ética. Inicia diciendo que “la mayoría de las personas
estudian ciertas ciencias para obtener un puesto de trabajo y ganarse con él la
vida”. Hay algunas de estas ciencias de las que se depende para vivir es
decir “hay cosas que uno puede saber
aprender o no a voluntad”, entonces dice que no queda más que “aceptar con
humildad lo mucho que ignoramos”.
Pero entre todos los saberes posibles existe al
menos uno imprescindible: el que ciertas cosas le convienen a un humano y otras
que no convienen, claro no convienen si quiero seguir viviendo. Saber si me
conviene es saber distinguir entre lo bueno y lo malo esto para saber vivir, lo
cual no resulta fácil, porque depende del criterio de cada persona. La mayoría
de las veces este criterio es opuesto entre los propios seres humanos: Por
ejemplo “según ciertas opiniones lo que cuenta es ganar
dinero y nada más, mientras que otros arguyen que el dinero sin salud, tiempo
libre, afecto sincero o serenidad de ánimo no vale nada.”
Es así como Fernando S. indica la diferencia entre
animales programados para ciertas actividades sin poderlo remediar, mientras
que el humano es libre para tomar un camino o una decisión que quiera de varias
que puedan presentársele, Por ejemplo: en el caso de Héctor
de la Ilíada, por mucha presión que los demás ejerzan él siempre podría escaparse de lo que se
supone que debe hacer, de ahí que tenga mérito su gesto y sea una historia
épica. “A diferencia de las termitas Héctor es libre y por eso admiramos su
valor”.
Para
hacer algo o tomar una decisión se debe tener un motivo “es la razón que tienes
o al menos crees tener para hacer algo”, esta motivación puede ser una orden que puede estar basada en el
miedo, una costumbre basada en la
comodidad de la rutina o un capricho
que brota espontáneamente desde “dentro”. Estos motivos inclinarán las conductas.
La moral tiene que ver con las costumbres, estas
pueden ser malas o inmorales o buenas y morales. Aunque no es sencillo decir
cuando un ser humano es bueno o malo, ya que no sabemos para qué sirven los
seres humanos, como por ejemplo un futbolista que sirve para ayudar a ganar a
su equipo o una “moto que sirve para trasladarse de forma veloz”.
Dice que la moral nada tiene que ver con los
castigos ni los premios repartidos por la autoridad. Sino que “Moral
es el conjunto de comportamientos y normas que tú, yo y algunos de quienes nos
rodean solemos aceptar como válidos; “ética” es la reflexión sobre por qué los
consideramos válidos y la comparación con otras “morales” que tienen personas
diferentes, la define como “el arte de vivir”.
De
esta forma se está “condenado a la
libertad”, y de “relacionarnos con los
demás” como un proceso recíproco, con un medio esencial humano como lo es el
lenguaje, ya que en el mundo en que vivimos es un mundo lingüístico, una
realidad de símbolos y leyes. Podemos obtener de los humanos sólo lo que otros
humanos pueden dar y que no se puede robar por la fuerza: el respeto el amor o
la amistad.
La
vida siempre es complejidad ya que está rodeada de complicaciones y la mayor
complicación es que “como no somos puras cosas necesitamos cosas que las cosas
no tienen” Por ejemplo: el ciudadano Kane quien vivía en un mundo de riquezas
pero vacío porque le faltaba lo fundamental el auténtico respeto, afecto y amor
de personas a las que él tratara como tal y no como cosas, esto ya que ninguna
cosa puede suplir el de ser humanos, así es como antes de morir dice el nombre
de un juguete de su infancia, para recordarle lo feliz que verdaderamente era.
Por
esto la importancia de reflexionar sobre lo que se hace e intentar precisar lo
mejor posible el sentido de esa buena vida que quiero vivir. Entonces tengo que
convencerme de que no todo da igual aunque antes o después vaya a morir.
La única obligación en la vida es la de no ser imbécil,
el imbécil es el que necesita de un bastón para caminar, una analogía de que
necesitan cosas de afuera, ajenas, que no tienen nada que ver con la reflexión
y libertad propias, existen varios modelos: al que todo le da igual, el que lo
quiere todo, el que no sabe lo que quiere, el que sabe lo que quiere pero es
flojo con miedo o poca fuerza y el que quiere con fuerza y ferocidad pero que
se engaña sobre lo que es la realidad. Lo contrario de ser moralmente imbécil
es tener conciencia para lo cual hay que tener cualidades innatas.
Se
puede ser egoísta sin ser imbécil, si se quiere lo mejor para sí mismo, y lo
mejor es lo que llamo buena vida. Si no, no se podrá disfrutar de la buena vida
porque vendrán a mí los remordimientos de la conciencia, que provienen del
miedo al castigo que se pueda merecer, estos propios remordimientos también son
consecuencias de la libertad.
Hay
que decir lo que uno piensa de buena forma, ocupando bien el lenguaje sin caer
en la “rebeldía” tan manoseado término en que lo único que se desea como
intención es recibir un castigo por la libertad innata.
Análisis
La
libertad se refiere a que no somos libres de elegir lo que nos pasa, pero somos
libres para responder a lo que nos pasa de cual o tal modo”. De esta misma
manera hay cosas que dependen de mi voluntad, pero hay cosas que no, si fuera
así sería omnipotente, es por eso que puedo equivocarme por lo cual debo
fijarme bien el lo que hago en todo sentido y en todos los roles de mi vida,
aún más si trabajaré para las personas .Para hacer algo bien debo tener un
motivo el que identifico como el cuidado al otro.
Retomando la libertad como la decisión
de poder decir “si” o “no”
“digan lo que digan mis jefes o los demás”, por lo que tengo que decidir
dándome cuenta de mis decisiones, de la intención que aplico en ellas así como
también la voluntad de hacerlo, ya que “nunca una acción es buena solo por tratarse de una
orden, una costumbre o un capricho”.
Esta
libertad debe tomarse en serio, es decir tomársela con responsabilidad por los
efectos que consigo trae la toma de decisiones y no vale si espero a que el
resultados es bueno o malo, para asumir si soy o no responsable. Entonces puede
aparecer el remordimiento que proviene
del descontento de sentir que he utilizado mal mi libertad, en contradicción de lo que de verdad quiero
como ser humano. De ser así debo aceptar las consecuencias de lo hecho,
enmendar lo malo que pueda enmendarse o aprovechar al máximo lo bueno.
Una
de las frases atingente a mencionar es: “no hagas a los demás lo que no te
gustaría que te hicieran y todo lo que haces a otros te lo haces también a ti
mismo”.
Surgen
también problemas éticos, sobre todo en el campo de práctica en donde la mayor
parte del comportamiento se copia de los demás por actuar por imitación, e
inclusive si uno, por muy buen ejemplo que sea o que llegue a dar uno, los
demás siempre tienen a la vista demasiados malos ejemplos que imitar.
Entonces
debo tratar a las personas humanamente,
lo que se consigue intentando ponerme en su lugar cada vez, comprendiendo desde
adentro su propio punto de vista y tomarle en serio: con simpatía, compasión,
haciendo un esfuerzo objetivo de ver las cosas como él las ve, no echando al
otro y menos ocupando su sitio, como podría ser el caso de una madre que no
puede cuidar o visitar a su hijo/a y que yo como enfermera intente ser la mamá
del bebé hasta tal punto de apartarla y verla como una enemiga de su cuidado
por juzgarla en su rol como madre, sin concientizar el evidente perjudico a esa
madre, al bebé, a la profesión y a mí misma como persona.
Ella
como madre y el bebé tienen derechos y que es justo que se lleven a la realidad, en
un hospital por sobre todo, porque esta situación es una crisis que afecta a toda una familia. Acá se podría
hablar de la justicia es decir el esfuerzo individual por entender lo que el
semejante, es decir la madre espera de mí y de mi rol de profesional, que es
acoger, no juzgar, empatizar y educar.
Actuar
de manera responsable es cuando soy consciente real de mi libertad, y de mis
acciones, estos actos cometidos me van construyendo como persona día a día y
como profesional.
O
más aún evitar sacar provecho de las buenas intenciones de los demás y hasta de
sus desgracias, para evitar esto pienso que es bueno pensar en que el primer
perjudicado cuando intento perjudicar a
mi semejante soy yo misma
Este
buen vivir también implica gozar de la vida como la comida, la música, la
familia, los amigos, etcétera. Y pensar de esta forma no es egoísta, yo pienso
que, sí, hay alguien sufriendo por ejemplo en el hospital o en la vida misma y
pienso también que es muy bueno ayudar al otro en lo posible a dejar de sufrir
en mi quehacer, pero también siento que
no es sano sentir un remordimiento por no estar en ese momento sufriendo o
estar disfrutando de mi proyecto de vida como el otro quisiera disfrutar.
Porque
el buen vivir no es sufrir y no disfrutar de la vida, o pasarlo mal y vivir
estresada eso no es vivir moralmente, debo ayudar al otro así lo siento y
pienso con mis máximas capacidades, pero primero debo estar bien yo misma con
mi entorno y satisfecha con mi vida.
Entonces
el buen vivir en todos sentidos aspira también a vivir con alegría que es la
recompensa más alta que puedo obtener de mis estudios, mi trabajo, mi familia,
mis amigos y mi proyección como
enfermera.
Conclusión
La ética se ocupa de lo que yo misma haga con mi
libertad, desde aquí precisamente parte el proyecto ético sin el cual no hay
vida buena que valga, como la libertad de trabajar por mi propia vocación o
interés, con la debida responsabilidad moral de las acciones u omisiones, por
la sociedad y por mí misma. Y en esto es fundamental la formación o la
socialización primaria: la familia; y la socialización secundaria: la
educación, claro que a veces la socialización primaria no puede acceder a una
socialización secundaria “idónea” por las inequidades de acceso y lo que se conoce
del tema actual educación. Pero mi experiencia es que sí se puede, claro está
que no es la mayoría de las historias. Fundamental es la familia, el afecto,
trabajar desde uno misma y luego ayudar lo que más pueda y deba a los demás
No hay comentarios:
Publicar un comentario